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Resultados, No Reflectores

Luces, cámara y engaño

En la política local, la puesta en escena y el abuso en el uso de las redes sociales se han convertido en el sustituto de la acción verdadera. Con la visita de la presidenta de la República, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, a nuestra región, quedó de manifiesto que para muchas y muchos diletantes políticos, la prioridad no es cumplir con sus responsabilidades, sino aprovechar cualquier oportunidad para salir en la foto, como si eso sirviera para legitimar sus gestiones que, en la realidad bajacaliforniana, no representan avances significativos.

Es descorazonador constatar cómo, ante la urgencia de los retos sociales y económicos, quienes debieran poner todo su esfuerzo y buena parte de sus energías en atender los verdaderos problemas de sus electores, optan por posar, sonreír y “verse activas y activos” en una imagen oficial, banalizando la función pública ante una ciudadanía cada vez más informada y exigente.

Destaca, sin embargo, una excepción digna de reconocimiento: el presidente municipal de Tijuana, Dr. Ismael Burgueño, quien, a través de una gestión enfocada en resultados, ha demostrado que la legitimidad política no se impone por proximidad a figuras de poder o por una buena foto al lado de la primera mandataria, sino que se construye con trabajo diario, transparencia y un compromiso genuino con las necesidades de la población.

Su trabajo no solo evidencia que sí es posible gobernar con eficacia y coherencia, incluso en los escenarios más complejos; sino que las visitas de alto nivel son oportunidades para dialogar y poner sobre la mesa expectativas y herramientas concretas para su cumplimiento, dejando las fotos como un complemento, nunca la esencia del ejercicio político.

¿Se imaginan cómo sería la vida política local si todas y todos los actores entendieran los trabajos como la consecución de un proyecto en equipo y no como la expresión de un ego inflado? ¿Si se dejara atrás el maquillaje superficial y se avanzara hacia una política de resultados? ¿Si la presencia de autoridades nacionales en la región se aprovechara para consolidar compromisos verificables, planes claros y seguimientos transparentes en lugar de ser la alfombra del autoconsumo?

Porque solo con compromiso, transparencia y trabajo constante podrá recuperarse la confianza perdida y evitar que la política se reduzca a un espectáculo vacío que termine por alejar aún más a la ciudadanía de sus representantes.

El verdadero cambio no vendrá de las luces, ni de las cámaras, sino de la voluntad firme de transformar la realidad con acciones visibles y contundentes. Espero que cada vez sean más las y los políticos que sigan el buen ejemplo del alcalde de Tijuana: trabajar para la gente, no para la foto.