Ucrania frustra el mayor ataque aéreo ruso hasta la fecha, derribando 460 drones
Este ataque masivo no solo incluyó drones de ataque, sino también réplicas diseñadas para confundir a las defensas ucranianas.
En una noche de intensos bombardeos, las defensas aéreas ucranianas derribaron 460 de los 479 drones Shahed lanzados por Rusia. Estos drones, fabricados por Moscú pero de origen iraní, forman parte de uno de los ataques más grandes y sofisticados de la guerra. De los 479 drones, 277 fueron destruidos directamente y 183 neutralizados mediante interferencias electrónicas, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania este lunes 9 de junio de 2025.
Este ataque masivo no solo incluyó drones de ataque, sino también réplicas diseñadas para confundir a las defensas ucranianas. Sin embargo, la respuesta de las fuerzas armadas ucranianas fue contundente, logrando interceptar casi todos los proyectiles enviados por Moscú.
Misiles hipersónicos y otros proyectiles también fueron interceptados
El bombardeo aéreo también incluyó una serie de misiles de alta precisión, como los hipersónicos Kinzhal, uno de los sistemas más avanzados en el arsenal ruso. En total, se lanzaron 4 misiles Kinzhal, junto con 10 misiles de crucero Kh-101, 2 misiles Kh-31P y 1 misil Kh-35, todos ellos derribados por las defensas ucranianas.
Además, desde el mar Negro, Rusia disparó 3 misiles Kh-22, de los cuales 2 fueron destruidos antes de que pudieran alcanzar su objetivo.
Impactos directos en varias localidades ucranianas
A pesar del exitoso despliegue de las defensas ucranianas, algunos misiles y drones lograron llegar a tierra, impactando directamente en 10 localidades del país. En otras 17 áreas, cayeron fragmentos de misiles y drones interceptados, aunque no se proporcionaron más detalles sobre los daños o víctimas.
Objetivo en Rivne y la respuesta de Polonia
Según fuentes ucranianas, parte de los misiles Kinzhal fueron dirigidos hacia la región de Rivne, en el noroeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia. Este ataque generó preocupación en Varsovia, que, al estar tan cerca de la OTAN, tomó medidas de seguridad adicionales.
En respuesta al ataque aéreo ruso, Polonia desplegó aviones de combate en su espacio aéreo, junto con sus aliados. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas polacas informó que los cazas de servicio comenzaron a operar en parejas y que los sistemas de defensa aérea y los radares se pusieron en máxima alerta.