Sin asistentes y sin aviso: se desploma convocatoria de la “Generación Z” en Madrid
El episodio en Madrid ocurre en medio de una creciente atención hacia Edson Andrade, uno de los jóvenes más visibles del movimiento en México.
La convocatoria internacional de la llamada “Generación Z” para manifestarse este jueves frente a la Embajada de México en Madrid terminó sin asistentes. Pese a que la protesta había sido anunciada con anticipación por colectivos opositores y grupos de mexicanos residentes en España, a la hora prevista no se registró presencia de manifestantes ni se observó actividad relacionada con la movilización. Fue hasta varias horas después cuando la organización emitió un comunicado atribuyendo la cancelación a “circunstancias ajenas” y asegurando que la protesta será reprogramada.
La concentración había sido promovida como una acción para denunciar la crisis de violencia y desapariciones en México. La cita era al mediodía en las inmediaciones de la Embajada, ubicada en pleno centro de la capital española, cerca del Congreso de los Diputados. Ningún aviso previo indicó suspensión o cambio de lugar, y durante más de una hora no se identificó movimiento alguno que sugiriera la presencia de manifestantes. Ni pancartas, ni banderas, ni ciudadanos mexicanos inconformes: únicamente turistas y transeúntes lidiando con la lluvia.
Esto resultó especialmente llamativo porque entre los grupos convocantes se encuentran redes de mexicanos opositores a la 4T que han crecido en Madrid, en parte por la llegada de connacionales con alto poder adquisitivo y afinidad con estructuras políticas vinculadas al expresidente Felipe Calderón. Pese a ello, de los cerca de 60 mil mexicanos que residen en España, no se identificó participación en la protesta.
La explicación llegó hasta las seis de la tarde, cuando la plataforma convocante publicó un comunicado señalando que la manifestación “no pudo llevarse a cabo por circunstancias ajenas a la organización” y que se había decidido acatar “las indicaciones de las autoridades”. El mensaje no precisó qué autoridad intervino, cuáles fueron esas instrucciones ni cómo se tomó la decisión. También aseguraron que la protesta sería reprogramada.
El episodio en Madrid ocurre en medio de una creciente atención hacia Edson Andrade, uno de los jóvenes más visibles del movimiento en México. Andrade, que ha promovido activamente la llamada “Marcha Generación Z”, ha rechazado de manera reiterada cualquier vínculo partidista, luego de que el gobierno federal difundiera su imagen en la conferencia mañanera y lo relacionara con figuras de la oposición.
“No estoy detrás de la marcha. Me sumé de manera individual, sin que nadie me contactara y sin que nadie me pagara”, afirmó. El joven, licenciado en Derecho por la UNAM, acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de “mentir” sobre su trayectoria al señalarlo como excandidato del PRI. “No milito en ningún partido político”, insistió.
No obstante, su alegato de independencia ha sido cuestionado después de que apareciera en un spot de campaña de Xóchitl Gálvez durante la contienda presidencial reciente. Aunque Andrade sostiene que su participación pública es independiente y que desde hace años realiza videos sobre temas ciudadanos, su presencia en materiales proselitistas ha reavivado debates sobre la autenticidad del movimiento juvenil que impulsa.
Andrade también criticó las declaraciones del diputado Arturo Ávila, a quien acusó de ponerlo en riesgo: “Me siento ofendido… nos expusieron. Hace dos semanas mataron a Carlos Manzo; que vengan a decir que no nos va a pasar nada me parece alarmante”. Asimismo, rechazó la versión oficial que califica a la movilización de ser parte de una estrategia “financiada por la derecha internacional”.
Según Andrade, el origen de la marcha es genuino y responde a un sentimiento de hartazgo entre los jóvenes: “Lo que pasa en México no es normal. Tenemos que levantarnos, alzar la voz”.
Sin embargo, la fallida concentración en Madrid sumó un elemento inesperado a la discusión pública: la distancia entre la narrativa digital del movimiento y su capacidad real de convocar más allá de las redes sociales. Mientras la organización promete reagendar la protesta, la imagen de una embajada sin manifestantes reabre el debate sobre el peso, la estructura y la verdadera dimensión de la llamada “Generación Z”.