Casi mil empleados del INE solicitan retiro voluntario ante la incertidumbre por la reforma electoral
La Junta General Ejecutiva había fijado originalmente un fondo de 100 millones de pesos para cubrir los finiquitos, pero el monto resultó insuficiente ante la avalancha de solicitudes
El Instituto Nacional Electoral (INE) enfrenta una ola de retiros voluntarios sin precedentes. Casi mil empleados, la mayoría con más de una década de servicio, han decidido acogerse al programa de retiro antes de que finalice el año, en medio de la incertidumbre que rodea a la próxima reforma electoral.
Durante años, el número de trabajadores interesados en dejar la institución apenas alcanzaba el centenar, pero desde 2018 la cifra comenzó a crecer. Ahora, el fenómeno se disparó al punto de obligar al INE a modificar drásticamente sus planes financieros.
La Junta General Ejecutiva había fijado originalmente un fondo de 100 millones de pesos para cubrir los finiquitos, pero el monto resultó insuficiente ante la avalancha de solicitudes. El pasado 17 de octubre, el organismo tuvo que elevar el presupuesto a 350 millones de pesos.
A pesar de ello, el INE reporta un déficit de 21 mil millones de pesos por concepto de pagos eventuales. Solo en el primer trimestre de este año, la institución destinó 700.2 millones de pesos para liquidaciones, lo que refleja el alto costo de la salida masiva.
El programa de retiro voluntario ofrece incentivos superiores a los que marca la ley, priorizando la antigüedad.
Quienes suman más de 15 años de servicio reciben el equivalente a 60 días de sueldo.
Los empleados con más de 20 años obtienen 70 días, además de una compensación equivalente a seis meses y un día de salario bruto.
En contraste, los trabajadores que renuncian fuera del programa solo acceden a 20 días por año laborado, lo que explica en parte el alto interés por adherirse a la convocatoria.
De acuerdo con Excélsior, el éxodo laboral está estrechamente vinculado a la incertidumbre que genera la reforma electoral impulsada por el gobierno federal, que podría modificar de fondo la estructura del INE y el futuro laboral de su personal.