Maru Campos busca tapar señalamientos de corrupción con denuncia a Luisa Alcalde
Judicialización del Desprestigio: Gobernadora Panista Maru Campos Desvía la Crítica con Denuncia por Daño Moral
CHIHUAHUA.- La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos Galván (PAN), ha optado por escalar la confrontación política al ámbito judicial, anunciando una inminente denuncia por daño moral en contra de la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján. Esta acción, presentada por la panista como una “recomendación” para frenar las críticas, más que un acto de defensa, se perfila como una estrategia para desviar la atención de los constantes señalamientos de corrupción y los resultados de su gestión. Al amenazar con litigar la disputa, la mandataria panista intenta utilizar los tribunales como escudo ante el escrutinio público inherente a su cargo.
El origen del conflicto reside en las reiteradas y duras críticas de Luisa María Alcalde sobre la situación de Chihuahua. La dirigente morenista no solo ha señalado públicamente a Campos Galván como una de las gobernadoras peor evaluadas del país, sino que ha vinculado su administración con el "saqueo y la corrupción" que, según Morena, persiste en la entidad, incluso acusándola de "solapar" las corruptelas de la anterior administración de César Duarte. Ante este panorama de cuestionamientos directos, la respuesta de la gobernadora fue contundente: "Ya estuvo bueno de esas tonterías", sentenciando que no tolerará más descalificaciones.
Sin embargo, el anuncio de la acción legal por parte de Campos Galván ha sido percibido más como una maniobra de victimización que como una defensa legítima de su honor. La gobernadora aseveró que su intención es que Alcalde Luján "esté tranquila con el gobierno de Chihuahua y los gobiernos de oposición", un mensaje que disfraza una intención de censura velada. Resulta preocupante que una funcionaria pública con un cargo de esta envergadura pretenda judicializar la labor de crítica de la oposición, una pieza fundamental del equilibrio democrático, en lugar de responder a las acusaciones con datos que desmientan los señalamientos sobre corrupción o un mal desempeño gubernamental.
La respuesta de la dirigencia morenista no se hizo esperar, manteniendo la firmeza de su postura. Luisa María Alcalde desestimó la amenaza de demanda, reafirmando que su papel es precisamente "hacer conciencia de lo que ustedes representan y de los pésimos resultados de sus gobiernos". La líder de Morena dejó en claro que seguirá "pugnando por que avance la Transformación en aquellos Estados donde dolorosamente se han quedado atrás. Donde el saqueo y la corrupción continúa a sus anchas," enviando un mensaje directo de que ninguna amenaza legal detendrá la crítica al poder, particularmente cuando esta se sustenta en el índice de corrupción y la evaluación pública de la gestión.
En suma, la decisión de Maru Campos de llevar el debate político a los tribunales representa un peligroso precedente que busca intimidar a la oposición y limitar el ejercicio de la libertad de expresión en el marco de la contienda ideológica. En lugar de transparentar la gestión y debatir con cifras las acusaciones, la gobernadora panista opta por el litigio, una táctica que, lejos de limpiar su imagen, refuerza la percepción de que su administración prefiere silenciar la crítica antes que confrontar los problemas de fondo que la ciudadanía le reprocha, especialmente en temas tan sensibles como la probidad y la efectividad gubernamental.