Nicolás Maduro asume tercer mandato en medio de acusaciones de fraude y condena internacional

Durante su discurso inaugural, Maduro prometió que "este nuevo período presidencial será el período de la paz", mientras quedaba investido como presidente constitucional. Sin embargo, las tensiones en el país no muestran signos de disminuir.

En el centro de Caracas, donde se concentran los edificios del poder público, las medidas de seguridad se intensificaron. Calles bloqueadas, retenes policiales y militares fuertemente armados fueron parte de un despliegue que mantuvo a la capital bajo un estricto control. Aunque los comercios permanecieron abiertos, el tránsito vehicular y peatonal fue limitado.

En un movimiento que incrementó las tensiones regionales, el gobierno venezolano ordenó el cierre de la frontera terrestre y el espacio aéreo con Colombia hasta el lunes, alegando la existencia de una "conspiración internacional". Las autoridades no ofrecieron detalles concretos, pero las acusaciones coinciden con recientes denuncias de planes para derrocar a Maduro.

La investidura se llevó a cabo un día después de que una marcha de la oposición concluyera con denuncias del breve arresto de la líder María Corina Machado, una situación que el gobierno negó y calificó como un "invento" para desacreditarlo.

La reacción internacional no se hizo esperar. Estados Unidos intensificó la presión sobre el gobierno de Maduro al elevar a 25 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura. Esta medida forma parte de un paquete de nuevas sanciones implementadas por la administración de Joe Biden. Además, el gobierno estadounidense ofrece recompensas similares por Diosdado Cabello, ministro del Interior, y Vladimir Padrino, ministro de Defensa.

Paralelamente, el Departamento del Tesoro de EE. UU. sancionó económicamente a ocho altos funcionarios del gobierno venezolano, incluyendo al presidente de la petrolera estatal PDVSA, Héctor Obregón Pérez, y al ministro de Transportes, Ramón Celestino Velásquez, a quienes acusa de "represión".

El Reino Unido también se sumó a las medidas, sancionando a 15 altos cargos venezolanos y calificando al gobierno de Maduro como "fraudulento".