Trump supera el 50% de desaprobación en su segundo mandato

WASHINGTON.- En el margen de los primeros 100 días de su regreso a la Casa Blanca, el segundo mandato del presidente Donald Trump se encuentra marcado por una creciente ola de desaprobación pública. Diversas encuestas nacionales, incluyendo sondeos de medios como CNN, ABC News y The New York Times, revelan un índice de aprobación significativamente bajo, situándolo en un 41%, cifra que lo posiciona como el presidente electo recientemente con el porcentaje más bajo en este periodo, incluso comparado con su primer mandato. Esta tendencia negativa refleja una profunda preocupación entre los estadounidenses sobre la dirección que está tomando el país bajo su liderazgo. 

La reacción del presidente Trump ante estos resultados no se hizo esperar. A través de su plataforma Truth Social, el mandatario arremetió contra las encuestas, calificándolas de "falsas" y provenientes de "organizaciones de noticias falsas". En un tono desafiante, Trump atribuyó la baja aprobación a un supuesto "Síndrome de Desquicia por Trump" que padecen sus críticos, reafirmando su postura de que las encuestas están manipuladas para perjudicar su imagen. Esta respuesta refleja su patrón de desestimar cualquier crítica o dato que contradiga su narrativa, intensificando la polarización en el debate público.

Las encuestas coinciden en señalar que la imagen pública de Trump se ha deteriorado notablemente desde su anuncio de aranceles generalizados a los principales socios comerciales de Estados Unidos. Esta medida, percibida por muchos como perjudicial para la economía y las relaciones internacionales, ha generado un amplio rechazo. Además, persisten las dudas sobre su manejo de la política exterior, el impacto de sus políticas económicas y su retórica divisiva, lo que ha contribuido a erosionar la confianza en su liderazgo.

A pesar de la desaprobación generalizada, Trump aún mantiene un sólido respaldo dentro del Partido Republicano. Cerca del 90% de los votantes republicanos continúan apoyándolo, y conserva ventaja frente a los demócratas en algunos temas clave de su agenda. Esta lealtad partidista, sin embargo, no compensa la pérdida de apoyo entre los votantes independientes y moderados, cruciales para su reelección.

El presidente, al ser cuestionado brevemente por la prensa al llegar al jardín sur de la Casa Blanca, evitó abordar directamente los resultados de las encuestas. Este silencio estratégico, sumado a su reacción en redes sociales, sugiere una estrategia de minimizar la importancia de las encuestas y enfocarse en movilizar a su base de apoyo. La creciente desaprobación, sin embargo, plantea un desafío significativo para su segundo mandato y augura un periodo de intensa polarización política y debate público.