Habemus Papam: Humo Blanco anuncia al nuevo líder la Iglesia Católica
la tradicional chimenea de la Capilla Sixtina liberó humo blanco, señal inequívoca de que el cónclave ha concluido con éxito: la Iglesia católica tiene un nuevo Papa.
La Plaza de San Pedro estalló en aplausos este jueves cuando, poco antes del anochecer, la tradicional chimenea de la Capilla Sixtina liberó humo blanco, señal inequívoca de que el cónclave ha concluido con éxito: la Iglesia católica tiene un nuevo Papa.
Tras seis rondas de votación repartidas en dos días, los 133 cardenales reunidos en estricta clausura desde el miércoles lograron el consenso requerido: al menos dos tercios de los votos, suficientes para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
La jornada comenzó con expectativa, luego de que el miércoles se celebrara la misa "Pro eligendo pontifice" y se realizara una primera votación. El ambiente se tornó más tenso tras dos fumatas negras consecutivas que indicaban desacuerdos entre los cardenales. Sin embargo, fue en la cuarta votación del segundo día cuando finalmente se alcanzó el esperado acuerdo.
El elegido, cuyo nombre de bautismo y nuevo nombre papal fueron revelados minutos después desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, se convierte en el papa número 267 en la historia de la Iglesia. Antes de salir al encuentro de los fieles, el nuevo pontífice pasó por la llamada “Sala de las lágrimas”, donde los papas se visten por primera vez con los ropajes pontificios y enfrentan el peso simbólico del cargo que ahora llevan sobre los hombros.
Con la proclamación oficial en latín –“Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!”– se dio paso al momento más esperado por los miles de fieles y curiosos congregados en la plaza, muchos de ellos bajo la lluvia y el frío, ansiosos por ver el rostro del nuevo líder espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo.
La rapidez relativa del proceso se alinea con precedentes históricos: mientras que Juan Pablo I fue elegido tras tres rondas en 1978 y Juan Pablo II requirió ocho, el papa Francisco fue designado en la quinta votación en 2013. Esta vez, la decisión llegó tras seis votaciones, reflejo tanto de unidad como de una búsqueda cuidadosa.
Con su elección, se abre una nueva etapa para la Iglesia católica, marcada por desafíos globales, profundas transformaciones culturales y el reto permanente de renovar su mensaje en un mundo cada vez más complejo.